Hippomane mancinella. La manzanilla de la muerte.

No tocar.

Los carteles de “no tocar” generalmente están puestos para proteger a algún objeto de la manipulación humana, pero hay otros que están puesto para protegernos a nosotros. Este es el caso de los letreros colocados cerca de los “manzanillo de arena” o “manzanilla de playa, en el Caribe y América central.

Este árbol es el más venenoso del mundo. No es que sea un árbol venenoso, es veneno en forma de árbol. Comer sus frutos en apariencia parecidos a la manzana es mortal, tocar su tronco ocasiona quemaduras muy graves, en días de lluvia no puedes resguardarte bajo el ya que el agua que se escurre por entre sus hojas se convierte en lluvia ácida, quemar la madera de este, produce un humo extremadamente toxico, resguardarte en su sombra puede provocarte quemaduras de segundo grado por causa de su polen corrosivo que destruye las telas de algodón y otras similares con gran facilidad, simplemente mirarlo contra el viento puede causar ceguera si el látex que emana de ella te toca la vista. 

Fruto de la manzanilla de la muerte.

No se me ocurre que enemigo natural pueda tener la pobre para tener estas formidables defensas que la transforman en una versión vegetal de aliens.
Los indígenas la utilizaron como armas contra los españoles en la época de la conquista, envenenando los pozos de agua con su fruta o envenenando sus flechas con la sabia de esta planta. El conquistador español conocido por su búsqueda de la fuente de la juventud, Juan Ponce de Leon murió por una de estas flechas envenenadas.

Actualmente muchos turistas son afectados por este árbol al comer su fruta o simplemente por tocarlo. Esto a llevado a que se lo este erradicando y los pocos que van quedando son marcados con carteles de advertencia para proteger a los despistados turistas.

Ten mucho cuidado.

Si vives por esos paraísos sabrás mejor que yo de esta planta y si vas de viaje por ahí busca alguna para sacarte una foto con ella ya no quedan muchas.